Varios episodios aislados de agresividad desproporcionados en relación con la intensidad de los estresores psicosociales precipitantes.
La persona no puede controlar el impulso de robar objetos innecesarios o sin valor económico.
La persona no puede frenar el impulso de arrancar pelo, experimentando una tensión creciente justo antes de hacerlo o cuando intenta resistirse, y sintiéndose a gusto después de arrancarlos. Esta práctica provoca manchas visibles sin pelo.
La persona no puede evitar morderse las uñas, de forma recurrente, hasta el punto de que puede llegar a lesionarse los dedos.
Luís Maestre i Funtané. Tots els Drets Reservats. Elaborat per Sytel Media